Los Jardines de Hevsel
Los Jardines de Hevsel tienen una rica historia que se remonta al siglo IX a.C. cuando los cronistas arameos los mencionaron por primera vez. Estos jardines fueron construidos en una escarpada de basalto con vistas al río Tigris y fueron diseñados principalmente para proporcionar agua potable y alimentos para los residentes de la ciudad que se encontraban debajo del río en movimiento.
Sin embargo, en el año 866 a.C., la ciudad fue sitiada por el rey asirio Ashurnasirpal II y los jardines fueron destruidos como castigo. A pesar de este revés, la ciudad fortificada continuó siendo de gran importancia en la región durante el período helenístico y fue controlada por varios imperios como los romanos, sasánidas, bizantinos, islámicos y otomanos hasta la época moderna.
Los jardines se dividen en cinco terrazas que controlan el flujo de agua de riego en la zona. Las partes más altas de los jardines se colocaron estratégicamente y desempeñaron un papel crítico en la ubicación de la ciudad. Además, los jardines eran considerados sagrados ya que representaban un papel esencial en la provisión y a menudo se comparaban con el jardín del Edén, simbolizando la dominación sobre la naturaleza.
Los Jardines de Hevsel tienen una historia larga y fascinante. Para 1655, los jardines se extendían a ambos lados del Tigris y estaban adornados con hermosas flores. Los viajeros del siglo XIX que visitaron la zona informaron haber visto una amplia variedad de verduras y frutas, incluyendo melones, uvas y albaricoques. Una isla arenosa formada por un río trenzado era famosa por sus sandías.
Los jardines eran una parte integral de la ciudad, con áreas distintas para huertos de verduras y árboles para diversos fines, como la producción de seda (árboles de morera). Los productos agrícolas de los jardines se transportaban en balsas a provincias cercanas, mientras que la madera se obtenía de los árboles de álamo y sauce en el jardín.
Hoy en día, aproximadamente un tercio de los jardines está dedicado al cultivo de árboles de álamo, mientras que el resto se utiliza para cultivar una variedad de cultivos, que incluyen repollo, espinaca, lechuga, rábano, cebolla verde, perejil, berro, berenjenas, calabazas, tomates, pimientos y frijoles. El jardín también cuenta con una variedad de frutas, como duraznos, albaricoques, ciruelas, cerezas, higos y moras.
En 2015, la Fortaleza de Diyarbakir y los Jardines de Hevsel fueron reconocidos como Sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO, reconociendo su importancia histórica y cultural.