El Monasterio de Sumela
El Monasterio de Sumela es un destacado monasterio ortodoxo griego ubicado en Karadağ dentro de las Montañas del Ponto en el distrito de Maçka de la provincia de Trabzon, Turquía. Su ubicación en lo alto de un acantilado empinado con vistas al valle de Altındere lo convierte en un sitio de gran importancia histórica y cultural.
Sin embargo, en 2015, el monasterio se cerró al público por razones de seguridad debido a un aumento en las caídas de rocas. A pesar de los planes iniciales para resolver el problema en un año, el monasterio permaneció cerrado durante tres años hasta su reapertura el 25 de mayo de 2019.
La construcción del Monasterio de Sumela comenzó en 385 d.C. utilizando piedras y ladrillos de arcilla. Fue inicialmente construido por un monje griego llamado Barnabas, con la ayuda de su sobrino Sophronios, quien ayudó a construir dos habitaciones con rocas. En los siglos siguientes, otros monjes se unieron y ampliaron el monasterio.
El monasterio fue ampliado por orden del emperador bizantino Justiniano, pero luego fue saqueado y quemado por los bizantinos en 650 d.C. Fue posteriormente restaurado por los Comnenids, quienes agregaron 72 habitaciones y una rica biblioteca al monasterio.
El Monasterio de Sumela adquirió prominencia durante la existencia del Imperio de Trebisonda en el siglo XIII, cuando adquirió su forma actual. Fue dotado con ricos regalos por Basilio y Juan, pero su contribución más significativa se produjo durante el reinado de Alejo III (1349-1390). Según la leyenda, Alejo III fue salvado de una tormenta por una señora virgen que le instó a restaurar el Monasterio de Sumela.
El complejo del monasterio consta de varias capillas, cocinas, habitaciones de estudiantes, una casa de huéspedes, una biblioteca y la fuente sagrada que es venerada por los cristianos ortodoxos orientales. La Iglesia de la Roca es la característica más prominente, con increíbles frescos que representan todo el Antiguo y Nuevo Testamento. Los frescos comienzan con la historia de la creación en el Génesis y continúan hasta la ascensión de Jesús, incluyendo a la mayoría de los profetas del Antiguo Testamento. La iglesia tiene 140 historias diferentes pintadas en sus paredes, lo que la convierte en un lugar único y especial.
El Monasterio de Sumela fue agregado a la Lista Tentativa de la UNESCO en 2000, reconociendo su importancia histórica y cultural.