Mustafapasa - Sinasos
El pueblo de Mustafapasa, también conocido como Sinasos en griego, es un destino popular ubicado aproximadamente a 10 km de la ciudad de Goreme en Capadocia. El pueblo es conocido por sus grandes mansiones, que cuentan con puertas y marcos de ventanas intrincadamente tallados. Estas lujosas casas fueron construidas hace entre 150 y 200 años por familias que adquirieron riqueza y prosperidad a través de su comercio de pescado en Estambul.
Hasta 1924, las casas de Mustafapasa estaban habitadas activamente. Sin embargo, ese año se produjo un intercambio de población entre ciudadanos griegos y turcos, lo que resultó en la migración obligatoria de todos los ciudadanos cristianos en Turquía y Grecia. Como resultado, todos los ciudadanos cristianos de Mustafapasa y en toda Turquía tuvieron que abandonar su país y mudarse a Grecia, mientras que todos los ciudadanos musulmanes turcos en Grecia tuvieron que mudarse y reubicarse en Turquía. Según los registros oficiales, alrededor de 1,2 millones de cristianos abandonaron Turquía mientras que alrededor de 600,000 personas llegaron de Grecia.
Antes del intercambio de población, el pueblo de Sinasos tenía una población de más de 5,000 personas. Sin embargo, después del intercambio, el pueblo quedó abandonado, con solo alrededor de 1,700 nuevos habitantes llegando. Como resultado, la mayoría de las casas quedaron abandonadas y expuestas a los elementos durante décadas.
A pesar de su declive, el pueblo todavía cuenta con tres magníficas iglesias: la iglesia de Constantino y Elena, la iglesia de San Basilio y la iglesia de San Nicolás. La primera iglesia está situada en el centro del pueblo y es utilizada por vicarios para realizar rituales especiales todos los años en nombre de sus patriarcas. La arquitectura de la iglesia se remonta a 1729, con restauraciones realizadas en 1851. La fachada presenta intrincadas esculturas en relieve de ángeles, dragones, águilas y motivos de uvas.
La iglesia de San Basilio está ubicada fuera del pueblo y cuenta con frescos modernos del siglo XIX. Las pinturas originales y el plan de diseño fueron completamente repintados en el estilo del siglo XIX.
Por último, el monasterio e iglesia de San Nicolás se encuentra en el primer valle y ha sido completamente restaurado en los últimos años.