Ciudad antigua de Laodicea
Laodicea fue uno de los tres asentamientos antiguos ubicados en el valle del río Lico, un tributario del río Meandro. Colosas se encuentra a 9 millas al este y Hierápolis a 6 millas al norte.
La ciudad de Laodicea se encontraba en una meseta casi cuadrada que se elevaba aproximadamente 100 pies por encima del suelo del valle, a una milla de la orilla del río Lico. Originalmente conocida como Diospolis y Rhoas en el periodo de 286-246 a.C., la ciudad fue renombrada por Antíoco II Theos, gobernante de Siria, en honor a su esposa Laodice (a quien posteriormente desterró a Éfeso).
Laodicea pasó a estar bajo el dominio de Pérgamo en el año 190 a.C. y posteriormente quedó bajo el control de Roma en el año 133 a.C. Para finales del siglo I a.C., Laodicea se había convertido en una de las principales ciudades de Asia Menor, famosa por sus tejidos, sandalias y medicinas. También era un importante centro bancario donde incluso Cicerón cobraba cheques en su camino hacia su natal Cilicia.
Durante el siglo I d.C., Laodicea albergaba una población diversa de sirios de habla griega, griegos, romanos y nativos romanizados, así como una importante colonia judía. Estos judíos enviaban regularmente una contribución de oro al Templo de Jerusalén, y en el año 62 a.C., el gobernador romano Flaco les confiscó 20 libras de oro.
Hoy en día, Laodicea es la segunda ciudad antigua más grande de Turquía después de Éfeso y es conocida por la cabeza desenterrada del Emperador Dios Augusto, que es el único ejemplo de su tipo encontrado en el Museo del Vaticano. A pesar de sobrevivir un terremoto que destruyó todas las demás ciudades en el Valle del Lico, la ciudad finalmente cayó en decadencia y fue finalmente abandonada.
Laodicea cuenta con varios sitios históricos y arqueológicos dignos de mención. Uno de estos sitios es el remanente de una Santa Iglesia que una vez atrajo a peregrinos cristianos en el siglo IV. La plataforma del ambón y las secciones del santuario de la iglesia todavía son visibles hoy en día.
Otro sitio que llama la atención es el Templo de Zeus, cuyas excavaciones han estado en curso durante muchos años. Los arqueólogos han descubierto galerías de columnas gigantes que miden 11 metros de altura y pesan 15 toneladas cada una. Para restaurar las columnas rotas, los expertos utilizan métodos que les otorgan una apariencia auténtica.
Recientemente, los historiadores descubrieron un parche de tela de 1600 años de antigüedad en Laodicea que revela que la cultura textil de la región se remonta a siglos atrás. El parche parece ser de la época de Constantino el Grande, lo que solidifica aún más la importancia histórica de la ciudad.
Laodicea también es significativa para el cristianismo, ya que es una de las siete iglesias mencionadas en el Libro de Apocalipsis de la Biblia. Desde el siglo IV d.C., la ciudad ha sido un centro de peregrinación sagrada para los cristianos. En 2013, el sitio arqueológico de Laodicea fue incluido en la Lista Tentativa de la UNESCO, reconociendo su valor como una pieza vital de la historia de Turquía.